Prólogo de «El Espíritu Eterno», de Elena Jiménez

Historia, leyendas, misterios, realidad y – puede que – ficción son ordenados en un escenario tan desordenado como la postguerra civil española. Esa forma de vivir sin llegar a hacerlo, contada como batallitas escuchadas por unos y vividas por otros, toma forma en esta novela enmarcada más concretamente en la París callejeada por nazis.

Con una protagonista malagueña y la aparición de personajes significativos de nuestra historia reciente, la autora hace que seas capaz de comprender acciones de ese pasado nuestro que hasta ahora eran desconocidos para quienes sólo se han asomado a estos años a través del estudio de la historia para una asignatura.

Elena Jiménez nos da razones, más que fundamentadas, para pensar que no siempre unos acontecimientos tienen que llevar consigo reacciones lógicas hoy, sino que en ese marco de caos, instinto de supervivencia, vida y muerte, arropado de lo inesperado, lleva a fusionar ideas y situaciones antagónicas en un aura de pasión incomprensiblemente normal.

Apoyándose en dilemas religiosos y secretos ocultos, acompañado por la eterna incógnita de «EL ELEGIDO» hace cuestionarnos dónde está el límite entre verdad verdadera e inventada.


Un libro para renegados de la historia y amantes de la misma con una ración bien grande de pasión, riesgo, carácter y amor a la tierra propia.